20 febrero 2013

¿Cómo se transmite la información en nuestro cerebro? Sinapsis




La gran mayoría de los impulsos nerviosos son transmitidos por sinapsis a través de pequeñas moléculas que difunden fácilmente, los neurotransmisores.  La sinapsis se lleva a cabo a través de la membrana de una neurona dadora (membrana presináptica) y la membrana de otra neurona receptora (membrana postsináptica) formando un espacio de unos 50 nm (hendidura sináptica). El impulso nervioso provoca el transporte de unas 300 vesículas a la hendidura sináptica. La unión del neurotransmisor acetilcolina a la membrana postsináptica produce una permeabilidad distinta a los iones creando un potencial de acción. La membrana postsináptica posee receptores de acetilcolina que se abren al fijarse este neurotransmisor y permite el paso por igual de los cationes Na+ y K+.

El receptor de acetilcolina es el mejor de entre los conductos regulados por ligando. Este tipo de conducto no está regulado por voltaje sino por la unión de ligandos, como es el caso del acetilcolina en el que se le une al receptor abriéndolo.  Los receptores de la membrana postsináptica están densamente empaquetados. Mediante la utilización de técnicas de purificación, se estableció que este receptor de 268 Kd (Kilo Dalton) es un pentámero formado por cuatro clases de subunidades transmembrana distintas (α2, β, γ y δ), con un peso molecular que oscila entre los 50 y 58 Kd y que se distribuyen de forma anular de modo que forma un poro a través de la membrana. Estas cuatro subunidades son codificadas por ADNc (ADN complementario). Este ADN se ha clonado y secuenciado y se ha descubierto que las cuatro subunidades tienen secuencias nucleótidas muy parecidas. Los genes que codifican estas subunidades han aparecido por duplicación de un gen ancestral común.

Los receptores de acetilcolina están divididos en tres zonas dependiendo de donde se encuentre cada parte en la membrana: existe un dominio extracelular que sobresale de la membrana postsináptica; en el extremo carboxilo se encuentra un segmento transmembrana; en la zona más interna está el segmento del interior de la célula, como se puede observar en la figura. En el proceso sináptico, la acetilcolina se une a las interfases de α-γ y α-δ. Estudios de microscopía electrónica con receptores de acetilcolina purificados demostraron que la estructura es pentamérica y está en harmonía con las cinco subunidades. El dominio extracelular está formado principalmente por hebras β, cuatro hélices α transmembrana y una hélice α final en el interior de la célula.



La apertura o cierre de los receptores de acetilcolina está regulada por la unión de este neurotransmisor. Cuando se fija a él provoca una alteración estructural que produce la modificación de los cinco segmentos α-hélices que recubren el poro transmembrana. Las secuencias de las hélices α están orientadas hacia residuos pequeños polares o neutros (serina, treonina y glicina) y otros grandes apolares (isoleucina, leucina y fenilalanina). Cuando están cerrados los residuos grandes pueden tapar el conducto formando un anillo hidrofóbico ajustado. La unión de acetilcolina puede hacer rotar alostéricamente las hélices transmembrana de forma que el poro quede forrado por residuos polares pequeños en lugar de estarlo por residuos grandes hidrofóbicos. El poro, ahora más ancho y polar, estará abierto al paso de iones Na+ y K+ .




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